Choferes del transporte público enfrentan problemas de alcoholismo y estrés; líderes exigen más pruebas antidoping y apoyo institucional.
La creciente preocupación por el estado emocional y físico de los choferes del transporte público ha encendido las alarmas entre los líderes del gremio. Francisco Avilés, representante de Transpornay, denunció que numerosos conductores enfrentan altos niveles de estrés y problemas de alcoholismo, lo que ha derivado en conflictos laborales y riesgos para los usuarios. Ante esta situación, los líderes transportistas han solicitado a la Secretaría de Movilidad implementar medidas urgentes, como el aumento de pruebas antidoping y programas de apoyo psicológico y de rehabilitación para los choferes.